El origen de Málaga
Las civilizaciones de Málaga más importantes y que más huella han dejado han sido la fenicia, la romana y la musulmana
Sobre una población bástula, los fenicios fundaron Mlk que se pronuncia como Malaka. Su nombre es fuente de discusión hoy en día ya que cuenta con varias interpretaciones. Una de ellas sugiere un origen como factoría de pescado ya que en la lengua de los fenicios la palabra “melach” significa “saladero de pescado” o “salar”, otras teorías sugieren un origen divino, ya que el Dios supremo fenicio se llamaba Melkart y una derivación pudo ser Malaka. Sea como fuere, los romanos mantuvieron el nombre de Malaca y posteriormente los musulmanes la llamaron Mālaqa. Al castellanizar el nombre se quedó con el actual nombre de Málaga.
La primera de las tres civilizaciones más importantes fue la fenicia-púnica ya que fue la fundadora de la ciudad y le dio importancia mercantil dada su condición de puerto marítimo. Una de la industria era la de la tintura púrpura para la ropa. Tal fue la fama que tenía esta tintura púrpura que los romanos diferenciaron en la Batalla de Cannas a los púnicos de Aníbal por sus capas púrpuras sobre los íberos y los galos que iban semidesnudos. Como vestigios de la época fenicia quedan algunos restos arqueológicos en la desembocadura del río Guadalhorce, en el Cerro del Villar, y otros en el museo del Palacio de la Aduana.
Una vez que Roma venció a Cartago, Mlk se convirtió en la Malaca romana. Bajo el dominio romano, Málaga se convirtió en una ciudad muy importante y recibió el título de municipio bajo el reinado del Emperador Tito y se promulgó la Lex Flavia Malacitana. Durante la etapa romana se construyó el Teatro romano y la ciudad era conocida por la fabricación de Garum que es una especie de salsa hecha con restos de pescado macerados y secados en saladeros. Hoy en día, se pueden ver estos saladeros de Garum en la Calle Alcazabilla debajo de la pirámide de cristal.
Tras la caída de Roma, Málaga vivió un periodo convulso hasta que los musulmanes cruzaron el estrecho de Gibraltar y conquistaron toda la península ibérica. Bajo dominio musulmán, Málaga vivió ocho siglos en los que se convirtió en una ciudad muy importante por su condición de punto de encuentro entre el interior peninsular y el norte de África. El legado musulmán se encuentra visible en la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro principalmente. Aunque menos visible, se encuentra también en el entramado de sus calles y callejuelas, en la gastronomía y hasta en la forma de ser de sus habitantes.
A finales del siglo XV, Málaga cae en poder de los Reyes Católicos, y pone fin a casi 800 años de dominio musulmán. En honor a esta efeméride, se celebra la feria de Málaga durante la semana del 19 de agosto. Este es un resumen del legado de las grandes civilizaciones y más importantes que han dejado su huella en Málaga.
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